martes, 15 de abril de 2014

IDENTIDAD DIGITAL COMO DOCENTES



La IDENTIDAD DIGITAL es un concepto que ocupa un lugar destacado en el perfil de un docente. Considero que si como docentes, nuestra imagen, rol y función en la sociedad actual, física, es hoy en día muy importante, no lo es menos nuestra imagen digital, nuestra identidad digital, es decir, qué es lo que los demás ven de nosotros mismos y en qué grado de congruencia. Según la Guía para usuarios del INTECO, la vivencia online, esto es, la suma de las diferentes identidades parciales, permite construir una identidad digital: una imagen de la persona en Internet. A un click de distancia se encuentra información personal que dibuja las vivencias de cada uno de nosotros. Así, no es difícil averiguar, por ejemplo, que en nuestra adolescencia hemos resultado ganador/a de una olimpiada matemática, o que entre nuestros hobbies se encuentra el ajedrez y las carreras populares, o la empresa en la que prestamos nuestros servicios. Pero también están fácilmente localizables en la Red informaciones sobre impagos o multas, que quizás no sean de nuestro agrado.
Nuestra identidad digital es una suma o compendio de todo lo que hacemos en Internet, compuesto por nuestro blog, nuestra actividad en redes sociales (Twitter, Tuenti o Facebook), nuestros perfiles públicos (Linkedin, Xing), debemos ser cuidadosos en mostrar una imagen personal acorde a nuestra verdadera personalidad, puesto que como docentes estamos expuestos a una revisión por parte de muchos agentes que participan en la educación (padres, alumnos, equipo directivo, etc..), los cuales pueden acceder a nuestros perfiles y conocer aspectos que en algunos casos pueden afectar negativamente a nuestra imagen como docentes. Por ello, tal y como se afirma en una guía de Infojobs sobre identidad digital y orientación laboral es conveniente cuidar esta identidad digital, ya que podemos ver expuestas facetas íntimas y personales de nuestras vidas en un contexto profesional. La realización de una entrevista de trabajo puede conllevar previamente un escrutinio en las redes de nuestra identidad digital y podemos vernos perjudicados si la imagen que transmitimos es contraria a la responsabilidad que se nos atribuye.

Para la correcta construcción de nuestra identidad digital coincido en que es importante, tal y como se recomienda en el artículo: “Identidad digital: ¿quién quieres ser en internet?” la adecuada elección de:

-          Un nick o apodo, con el cual se nos va a identificar en las redes. El nombre o una combinación de palabras referidas a nuestro nombre y apellidos muestran la importancia de nuestra identidad física en el mundo digital. Por el contrario, nombres o apodos que no tienen relación alguna con nuestra identidad física real transmiten la idea de falta de transparencia y honestidad
-          Un avatar o foto, con el que queremos que se nos reconozca. Lo ideal sería una foto personal que refleje nuestro estado de ánimo y personalidad de forma más fidedigna. Para el uso de otro tipo de imágenes debemos preguntarnos qué expresan de nuestra personalidad y ser cuidadosos con ellas.
-          Nuestros comentarios, puesto que una vez hechos quedan expuestos a todo tipo de lectores y pueden ser sacados de contexto. Es por ello, que debemos exponer  nuestros comentarios con honestidad y enmarcados en el tema a debatir, tratando de no generalizar y atacar a personas o grupos, ya que las consecuencias de lo escrito pueden ser impredecibles.


Es conveniente organizar nuestros perfiles en las redes sociales según ciertas variables: perfil profesional o personal, frecuencia de uso de cada perfil abierto y qué perfil/es tengo más cercanos en mi vida diaria, pues de una correcta organización podremos separar aquellos perfiles que verdaderamente exigen una actualización y compromiso constante de los que no. Preguntas del tipo: ¿qué red debería usar más y cuál podría/debería dejar de usar? ¿cuánto dedicamos a cada una? ¿estoy presente en demasiadas? ¿cuáles son mis objetivos personales/profesionales con el uso de las redes sociales? ¿estoy consiguiendo estos objetivos?, nos ayudan a delimitar el extenso abanico de redes y perfiles que tenemos que administrar.  En este sentido es interesante leer el artículo “Cómo ordenar mi identidad digital” de Tristán Elosegui.
Finalmente, un primer conocimiento de las personas en el mundo físico y posteriormente un seguimiento a través de las redes es un modo seguro y apropiado de controlar con quienes hablamos, quienes nos siguen y qué identidad mostramos a los demás. Concluyo con la siguiente reflexión acerca de la Identidad digital y la reputación online: Dedicar esfuerzo a construir nuestra propia identidad online ya no es opcional. Es un acto de pura responsabilidad. Si no lo hacemos, nuestra reputación online vendrá determinada exclusivamente sobre lo que opinen otros sobre nosotros.

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